El crecimiento en la venta del vino en España no es para celebrar una fiesta. Cuesta mucho incrementar cifras de ventas, y muchas bodegas deben buscarse la vida ante las nuevas realidades que se van aposentando en nuestra cultura y nábitos de consumo.
A pesar de ser un gran productor de vino (en el Top 3 mundial), las cifras no se corresponden con nuestro consumo diario.
Las razones son muchas y variadas, y este no es elescenario de entrar a valorarlas, pero sí que me gustaría aportar algunas sencillas reflexiones para establecer un puente de diálogo.
- El vino NO es caro. Pero el precio se debe justificar por una parte (no sabemos hacerlo) y a menudo, en según que canales lo aumentan desproporcionadamente.
- El vino NO se vende. Debemos ser capaces de saber transmitir las emociones y las sensibilidades de sus productores y de sus autores.
- El vino NO debe ser snob. No hay expertos ni hay ignorantes. Nos debemos convertir en «disfrutadores» del vino,si se me permite el neologismo.
- El vino NO es un accesorio en las comidas. Supone un acompañamiento y una experiencia gustativa.
Podríamos añadir muchos más tips y muchas más consideraciones. Algún día lo haremos. Pero de momento es para ir reflexionando.