Se debe transmitir las sensaciones que emanan de la botella a la persona que lo quiera catar, y compartir (o discrepar) de ls sensaciones que te da este vino.
Tan sencillo como complejo. Me dedico al negocio del vino desde hace ya unos cuantos años. Y este fue de los primeros aprendizajes que recibí de un bodeguero de gran prestigio de la Rioja. Me abrió su casa y bajamos al sotano donde allí se guardaban verdaderos tesoros. Oyéndole hablar emocionado de sus vinos, entendí y capté la grandeza que envuelve al mundo del vino. Por eso me molesta que se trivialice en excesivo este mundo tan apasionante.
Cuando voy al supermercado y veo estos lineales y estatntería con vinos colocados sin ton ni son, donde el criterio para su venta es el precio, se me ponen los pelos de punta. He visto que hay supermercados que están empezando a poner a algún especialista en vinos para aconsejar en su compra. Es un buen paso adelante, pero aun falta camino para recorrer.
El vino cuenta historias y transmite sensaciones.