En torno al vino y en concreto a su consumo y protocolo se han creado con el paso del tiempo muchos mitos que se pueden discutir de forma infinita rodeado, claro está, de una copa de vino.
1 El vino, a temperatura ambiente.
No es lo mismo la temperatura de un solarium en pleno agosto en Sevilla que el frío helador en el invierno del Pirineo. El vino tiene que estar a su correcta temperatura para ser disfrutado, independientemente del ambiente.
2 El vino mejora con el tiempo.
En primer lugar el vino sale de la bodega listo para consumir. Luego, hay vinos que tienen una evolución positiva con el tiempo y otros no, depende de sus características. No es lo mismo un vino joven que un vino con crianza. Y cuidado con dejarlo envejecer en casa.
3 Los mejores vinos son los más caros.
El precio no determina la calidad de un vino. Hay vinos que son injustamente baratos y otros excesivamente caros. Nuestro baremo es placer/precio. ¿Crees que es justo el precio que has pagado por el placer obtenido de ese vino? Esto es lo que nos debemos preguntar
4 Un Reserva es mejor que un vino joven.
Un Reserva es una categoría de vino y un vino joven, otro. Hay Reservas muy buenos y pésimos, hay vinos jóvenes deliciosos y otros, no tanto. Todo es cuestión de gustos. No nos dejemos engañar.
5 El tinto, para la carne y el blanco, para el pescado.
Huimos de los maridajes encorsetados, apostamos por combinar el vino y la comida que a cada uno le gusta. Hay ciertos pescados que casan a la perfección con vinos tintos y hay carnes que van con blancos. Para gustos, los maridajes.