Buena frase de Thomas Matthews, Redactor Jefe de The Wine Spectator. Si logramos entender este pequeño detalle habremos dado un paso de gigante en el mundo del vino.
En muchas ocasiones he insistido que el vino nos abre un mundo donde lo preconcebido no existe. Y a pesar de lo que podría parecerse a una incertidumbre, nos dejamos llevar por esta magia que la vemos pero que no la acabamos de entender. Y cuando más nos fijamos en el truco, más dispuestos estamos a que nos sorprenda.
Este encanto, esta seducción, este hechizo es lo que nos debería fascinar del vino. Por eso, cada botella que descorchamos es un poco vivir la sensación de cuando estás abriendo un regalo inesperado y que desconoces lo que es.
Vivámoslo. Debemos sentir siempre esta magia. Y sobre todo no nos olvidemos de los magos elaboradores que gracias a su ciencia, a su arte y a su creatividad nos permiten todavía descubrir nuevas sensaciones en esta sociedad que parece que ya está de vuelta de casi todo.
