El vino. ¿Ha pasado de moda? ¿Se vende menos? ¿Ha disminuido su consumo? Preguntas cuya solución no sería muy optimista. Sin embargo, las respuestas engañan, y todo como en esta vida, tiene sus matices.
Es cierto que el consumo de vino, al menos en nuestro país, no ha crecido de forma intensa en los últimos años. Pero también es verdad que la oferta ha mejorado de forma más que notable, se ha diversificado de manera sorprendente, y que los clientes cada vez tienen más conocimiento.
Las ventas no se disparan, pero somos cada vez más selectivos a la hora de escoger.
No señores. El vino no pasa de moda. Se está reposicionando. Creo que el objetivo no debe ser ganar en ventas, sino en mejorar la oferta, y se está consiguiendo. Los consumidores lo agradecemos. Y a pesar de que optar por un vino u otro cada vez es una tarea más difícil, precisamente por la multioferta existente, no nos va a decepcionar. Al contrario. Vamos a disfrutar.