La Quinta Vendimia
TINTO 2018
La Tempranillo
D.O. Ribera del Duero
Cuando te gusta el vino, si encima compartes con con tus amigos esta afición, y para acabar de coronarlo te encargas de elaborarlo tu mismo, el resultado puede ser espectacular. Y así le ocurre a Narciso Ossa, alma mater de La Quinta Vendimia
Acabo de catar (de deleitarme con él) el Tinto 2018. El día es frío y gris. La primavera no acaba de nacer. Y la borrasca se ha hecho demasiado amigo de nosotros. O al menos a ella le parece así.
Busco en mi pequeña bodega y encuentro este tinto excepcional. La primera sensación que evoca este vino, es la de reconfortarte contigo mismo, y olvidarte del paisaje exterior. Es una caricia para las sensaciones y los sentidos. Un vino que envuelve como una manta, sin pensar quien está a tu alrededor. Un vino-manta. El mejor remedio para superar las nubes amenazadoras.
Un aroma que te transporta automáticamente hacia el monumento que Antonio Machado dedicó a este terruño soriano de la Ribera del Duero
Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana.
Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.
Las buenas experiencias son finitas, y no perduran. Pero el recuerdo de este tinto se me hará presente en mi memoria.