Casi a diario vemos u oímos noticias que tienen a la sequía como protagonista. Con el cambio climático, la sequía está causando estragos en diferentes aspectos de nuestras vidas y muchas veces ni siquiera somos conscientes. Pero, ¿cómo afecta a la producción de vino esta sequía en España?
Si partimos de la premisa de que el vino necesita unas condiciones ambientales determinadas para producirse, podremos afirmar entonces que el cambio climático sí afecta al vino y a su producción, porque afecta al ciclo vegetativo de la vid y al proceso de maduración de la uva.
Las altas temperaturas, las lluvias extremas, los períodos de sequía, son algunos de los fenómenos atmosféricos que más afectan a los viñedos, y son fenómenos que ya se están dando en España, aunque por el momento de manera aislada, pero que, debido al cambio climático, podrían empezar a convertirse en acontecimientos habituales.
Según un estudio publicado en la revista ‘Nature Climate Change’, durante los últimos 30 años el calentamiento global ha sido el causante de que las cosechas cada vez fueran más tempranas, debido a la maduración acelerada de la uva, obteniendo como resultado vinos de alta graduación, licorosos o dulces. El calentamiento global nos ha dejado grandes cosechas y vinos exquisitos y de gran calidad, algo que puede parecer que contradice lo que venimos diciendo hasta el momento, pero no es así porque ha sido una realidad aislada, ya que si las temperaturas siguen subiendo, se producirá el efecto contrario porque un clima excesivamente cálido, excesivamente seco, afecta igual o más que un clima frío y todo esto conllevaría a la necesidad de buscar nuevas zonas de cultivo, teniendo en cuenta que cada grado centígrado adelanta una semana de la vendimia, y de seguir así, en 2050 en los espacios donde ahora se cultivan viñedos, sería imposible hacerlo porque los racimos y las hojas se quemarían.